Nuestro país posee una inmensa bio-diversidad de fauna y flora, gracias a ello encontramos aproximadamente 200 especies de serpientes que ayudan a mantener el equilibrio ecológico, en esta ocasión les traemos 7 especies que puedes encontrar en nuestro territorio.
Estos animales están muy bien adaptados y establecidos en la fauna local, con fósiles que datan de más de 120 millones de años, debemos aprender a compartir el planeta con ellas y para ello se necesita instrucción.
En Venezuela se aplica el término “culebra” para las serpientes no venenosas de la familia colubridae mientras que las venenosas tienen nombres mucho más específicos.
La Tragavenado: Es una variedad de Boa Constrictora perteneciente a la familia Boidae. Algunos Científicos la señalan como una sub-especie completamente distinta a la Boa constrictor. No poseer veneno, capturan sus presas y las rodean con sus cuerpos presionando y estrangulando para luego ser tragadas.

Boa constrictor: Una de las serpientes más grandes del mundo siendo la Anaconda la de mayor tamaño, se distribuyen desde México hasta el norte de Argentina y en Venezuela habita en casi cualquier hábitat, a excepción de las zonas altas como los andes.

Culebra Conejera: Su nombre científico es Philodrya trilineatus y pertenece a la familia colubridae, son abundantes en las zonas semiáridas del norte de Venezuela; veloces y se alimentan principalmente de mamíferos roedores, son diurnas y pueden llegar a medir 2 metros, se alimentan principalmente de aves pequeñas, roedores y lagartijas.
Cazadora gris: Pertenece también a la familia colubridae, una de las culebras más abundante de las zonas xerófilas y semiáridas hacia las costas venezolanas. se alimenta de roedores pequeños y lagartijas, aunque es diurna no se expone directamente al sol por mucho tiempo ya que puede morir.
Cascabel de Paraguaná: Serpiente del género Crotalus y familia Viperidae, es altamente ponzoñosa, nocturna y cazan roedores. Esta maravilla de la ingeniería animal tiene unos sensores térmicos debajo de los ojos para detectar el calor de sus presas.
Mapanare “Rabo Frito”: Es la serpiente venenosa más peligrosas y abundantes en todo el territorio, pertenece al género Bothrops y a la familia Viperidae. Al permanecer quietas son difíciles de visualizar, habitan en el norte del país en la zonas xerófilas y se caracterizan por tener un hocico respingón o puntiagudo, su nombre “Rabo Frito” es debido a que su cola es sumamente áspera y parece quemada.
Serpiente Coral: Aunque este animal es pasivo y pequeño, se distingue por sus colores llamativos y por poseer 3 anillos negros entre las franjas rojas y blancas, su mordida es letal; pertenece a la familia Elapidae.
